Un hombre vestido de inmaculado yeso, rezó por su tristeza. Rogó, quizás, por el olvido de su nombre; por una poesía inocua; por una taza de té. Miró al cielo y encogiendo los hombros, se deshizo de su ropaje, ya maltrecho, para así caminar inmutable hacia el silencio de las palabras...
viernes, 3 de octubre de 2008
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sé que en este momento el tiempo ... .está ausente y hará ... .su presencia . .en el momento que te encuentre... (Lo Fatal Es No Saber En Que Momento Terminará Esa Ausencia)
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